La tristeza,
Se inhunda en todo mi ser.
Mis lagrimas,
Caen en un charco.
Es la lluvia,
Que todas mis cargas,
Libera.

La tristeza es mi complice,
La tristeza convive conmigo,
Se refugia consigo.
Me acompaña,
Y me dibuja una sonrisa al revés,
Y al pasar,
Es lo que todos ven.
Sigo mi camino,
Sin tí.
Y tú me has dejado a la tristeza,
Esa, que parece tener paciencia,
Pero a la vez se ve derrotada,
Por tu partida,
En la mañana.

Quizás aprenda a llevarla,
Quizás aprenda a apreciarla.
Pero cada día,
Es lo mismo.
Sin tí, no es lo mismo.
Es diferente,
Todo lo veo, inconciente.
Y mis sentimientos ganan,
Me dejo llevar ante las emociones,
Y la tristeza, es la principal.
La tristeza, es la que elegí,
Como una residencial.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues hay más emociones que la tristeza. Un poco de melancolía no está mal, pero no deberíamos llevar a los extremos las emociones, y menos las negativas. Hay que convivir con ellas, pero no dejarse arrastrar. Eso es lo que pienso. un saludo. josemari.

Anónimo dijo...

Mira a las estrellas, cada una de ellas te está hablando. No dejes nunca de brillar, tus ojos brillan por si mismos. Necesitas cariño, yo te ofrezco el que tengo. Mira al más allá, a lo lejos hay una luz que cada vez es más grande, te va inhundando poquito a poco, hasta que te ves inmersa en ella y tu eres un gran resplandor. Te queremos, Loli. Y mucho.
Mi dolor está contigo.
M. Àngels.

Publicar un comentario