Poco a poco voy encontrando mi camino, voy buscando los errores para poder subsanarlos y poder avanzar pasito a pasito pero firmemente.
Me estoy dando cuenta, que estar susceptible, es un verdadero problema, quizás el centro de todos... mirar atrás y reconocer los errores es un trabajo demasiado duro, sobre todo para la autoestima, ya que te das cuenta de todo el sufrimiento que te podías haber ahorrado a ti y a quien te rodea, pero como he dicho en ocasiones anteriores tengo que seguir caminando y mas ahora que estoy en el camino correcto...
Quiero compartir estas letras, ya que supongo que al igual que yo, muchas personas están viviendo estos momentos de extremada susceptibilidad y estén pasando el dolor que eso conlleva, y si el ver el problema en ojo ajeno puede ayudar a darse cuenta de que realmente pasa algo, me daré por satisfecha (ojala me hubiera dado cuenta yo antes)
Las personas susceptibles acarrean una pesada desgracia: la de ser retorcidos. Complican lo sencillo y agotan al más paciente. Viven siempre con la guardia en alto, a pesar de lo cansado que resulta.
Son capaces de encontrar secretas intenciones, conjuras o malévolos planteamientos en las cosas más sencillas. Imaginan en los ojos de los demás miradas llenas de censura. Una pregunta cualquiera es interpretada como una indirecta o una condena, como una alusión a un posible defecto personal. Con ellos hay que medir bien las palabras y andarse con pies de plomo para no herirles.
La susceptibilidad tiene su raíz en el egocentrismo y la complicación interior. "Que si no me tratan como merezco..., que si ése qué se ha creído..., que no me tienen consideración..., que no se preocupan de mí..., que no se dan cuenta...", y así ahogan la confianza y hacen realmente difícil la convivencia con ellos.
SI TE IDENTIFICAS CON ESTAS PALABRAS, CAMBIA... Y BUSCA TU CAMINO A LA TAN ANHELADA FELICIDAD...
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